Un traje formal de hombre es una pieza fundamental en el clóset de cualquier hombre. Diseñados para momentos especiales como ceremonias académicas, matrimonios o eventos de trabajo, estos trajes combinan un diseño atemporal con colores elegantes y apropiados para todo tipo de actividad. Aquí te contamos más sobre esta prenda y cómo elegirla.
Los trajes formales se caracterizan por incluir una chaqueta, un pantalón de tela de hombre y una camisa de un solo color, con materiales lisos, colores sobrios y tiro medio. Si bien la mayoría de los trajes son similares, existen algunas diferencias entre algunos estilos. Estos son los tipos de trajes más comunes:
Estos modelos tienen solo dos botones verticales en la parte baja de la chaqueta, de los cuales solamente uno se suele usar abrochado. Son los modelos más tradicionales y suelen estar hechos de fibras sintéticas, algodón o lana, dependiendo de para qué temporada están diseñados.
Si buscas un traje para usar durante el invierno, la opción perfecta son los modelos con chaleco, que además de la chaqueta, incluyen una prenda ligera con botones que suele tener el mismo color y se lleva arriba de la camisa.
Este estilo de traje se diferencia del resto ya que se usa más entallado al cuerpo. Las camisas y chaquetas slim fit son ideales si prefieres un entalle que quede más ajustado en la zona de los hombros, el pecho y la espalda. Los pantalones slim fit tienen un calce levemente más alto que los de fit regular, cubriendo solo unos pocos centímetros de tus zapatos formales.
Estas son algunas de las telas que puedes encontrar en los trajes formales para hombre de nuestro catálogo:
Se trata de un material perfecto para la elaboración de trajes versátiles, debido a su resistencia a las arrugas, durabilidad y transpirabilidad. Además, es el mejor material para los trajes pensados tanto para invierno como para verano, debido a su efecto aislante del frío.
El tweed es una tela áspera, elaborada a base de lana teñida y tejida en patrones ajustados. Es una elección ideal si buscas un look más clásico, y suele ser usada con mayor frecuencia en climas nublados o lluviosos, durante las temporadas de invierno y otoño.
Es el segundo material más usado para confeccionar trajes, siendo una opción perfecta para los climas más cálidos y los diseños más ajustados, debido a su elasticidad y respirabilidad. También es muy popular y lo hace ideal para confeccionar camisetas blancas o ropa interior. Se trata de uno de los materiales más fáciles de lavar y mantener, haciéndolo ideal para trajes de uso constante o outfits levemente más casuales combinando bien con accesorios o zapatos blancos.
Te recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos si no sabes cuál modelo es el correcto para ti: