La creación de nuestro pisco se define como una perfecta armonía entre tradición e innovación. Es así, como en los primeros años del siglo XX llegan provenientes de Mallorca España, tres representantes de la familia Bou Suñer. Todos con gran arraigo a la tierra, esfuerzo, dedicación y sacrificio.
Uno de ellos, Antonio, se dedica a la elaboración de pisco de alta calidad, utilizando para ello los materiales más nobles como el cobre chileno en sus alambiques, el roble y el raulí en sus barricas de guarda y el agua más pura de nuestra cordillera. Con todo esto en 1929 obtiene gran reconocimiento en la exposición Ibero Ame- ricana de Sevilla España.
Hoy con la tercera generación en curso y énfasis en extraer el máximo potencial de la cepa Moscatel, se utiliza la última tecnología y sello propio, junto con la tradición familiar, para obtener este expresivo pisco...
Un verdadero legado.